El vacío de poder existente en la mitad y principios del siglo XIX, con los validos de Calos IV y el propio rey Fernando VII y sus circunstancias napoleónicas, origina unas relaciones tensas y bélicas con los criollos americanos, acelerando el proceso independentista y la caída de toda la maquinaria institucional-monárquica en esta época convulsa económica y socialmente, afectando a los pilares del poder en todos los territorios americanos.